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EL HISTORIADOR - Gaceta histórica
Infografía - 9 de julio de 1816
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La Gaceta histórica

“Seamos libres y lo demás no importa nada. La muerte es mejor que ser esclavos de los maturrangos. Compañeros, juremos no dejar las armas de la mano hasta ver el país enteramente libre, o morir con ellas como hombres de coraje.” Así se expresaba San Martín tres años después de declarada la independencia, mientras continuaba la lucha cuerpo a cuerpo contra los españoles en diversas regiones de Hispanoamérica.

En las Provincias Unidas, el avance realista había sido detenido tiempo atrás, pero la suerte de Sudamérica dependía de la eliminación de los focos de resistencia española desde donde la metrópoli pudiera intentar recuperar sus antiguas colonias. Recién en 1824, con la batalla de Ayacucho, quedaría sellada para siempre la libertad del continente.

El camino fue largo. El 9 de julio de 1816 las Provincias Unidas declaraban la independencia. Era la formalización ya impostergable de la ruptura de un vínculo que se había producido seis años antes, aquel 25 de mayo de 1810, cuando un grupo de patriotas decidió sacudir el yugo de España y deponer a las autoridades nombradas por la metrópoli para instaurar un gobierno propio. Pero el paso dado el 9 de julio de 1816 era un punto de no retorno. Como señalaba un agente sueco testigo de aquellos acontecimientos, cuyo testimonio transcribimos en esta Gaceta, a partir de entonces “los hombres que fluctuaban entre los intereses de la metrópoli y los de la patria se encontraron ahora obligados a decidirse… Quienes prestaban juramento a la patria, contaban con una muerte segura si el país volvía a caer bajo la dominación española. (Estaban) dispuestos a vencer o morir”.

Vaya esta nueva edición de la Gaceta a quienes imaginaron y lucharon por un país más justo en tiempos difíciles, arriesgando sus vidas y sus bienes.

Agradecemos, como siempre, a nuestros lectores, que con preguntas y comentarios nos ayudan a crecer y a mejorar nuestra página.
Felipe Pigna

Sobre nuestra página

El Historiador contiene infografías temáticas donde se desarrollan diversos temas (25 de Mayo, la Independencia, el 12 de octubre, el día de la tradición, Manuel Belgrano, José de San Martín y Domingo Sarmiento, 24 de marzo y Guerra de Malvinas) y una cronología multimedia animada que recorre la historia del país y del mundo entre 1776 y 2010, con fotos, mapas, videos, audios y fragmentos musicales. Constituye un paseo ágil y ameno a lo largo de más de doscientos años de historia. El Historiador también incluye una lista de los gobiernos y gabinetes del territorio nacional desde la fundación del virreinato del Río de la Plata hasta 2010, e información sobre instituciones terciarias y universitarias para estudiar historia.

La Galería del Bicentenario propone un recorrido por la historia del país, entre 1810 y 2010, a través de pinturas, ilustraciones y fotografías. Las secciones Publicidades y Humor histórico constituyen nuevas perspectivas para abordar la historia a lo largo del siglo XX. Pueden consultarse también las secciones de biografías, entrevistas, audios, filmografía, artículos, documentos, efemérides y  estadísticas poblacionales. La sección La frase del día contiene frases relacionadas con las efemérides de cada día con una breve explicación del contexto en el que fueron articuladas. La página además ofrece un servicio gratuito de respuesta sobre temas relacionados con la historia del país.

El Historiador tiene su registro ISSN (International  Standard Serial Number), otorgado por el Centro Argentino de Información Científica y Tecnológica (CAICYT), un organismo creado por el CONICET para brindar servicios sobre información y documentación científica y tecnológica.

En el 2010, El Historiador obtuvo el premio Mate.ar de plata en la categoría “arte y cultura”, un reconocimiento a todo el trabajo que venimos realizando desde hace ya varios años.

ÍNDICE

· Efemérides de julio
· El rescate
· Noticias
· Difusión
· Lanzamiento de libros
· Staff
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9 DE JULIO

En esta entrega de Historias de nuestra historia, colección pensada escrita y dirigida por Felipe Pigna, verás el curso de los principales procesos que llevaron al 9 de julio de 1816.

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Efemérides

» Las destacadas del mes

1º de julio de 1896
Se suicida Leandro N. Alem.

1º de julio de 1974
Muere en Buenos Aires el general Juan Domingo Perón.

3 de julio de 1767 
Primera expulsión de los jesuitas de Buenos Aires.

3 de julio de 1933
Muere en Buenos Aires el doctor Hipólito Yrigoyen.

4 de julio de 1976 
Cinco religiosos palotinos son asesinados por un grupo de tareas de la dictadura militar en la parroquia de San Patricio.

5 de julio de 1861
Buenos Aires y la Confederación rompen nuevamente relaciones. Se inicia así un nuevo período de guerras civiles.

6 de julio de 1807
 En su segundo intento de invasión, las tropas inglesas son completamente derrotadas por las fuerzas al mando de Santiago de Liniers y Martín de Álzaga.

7 de julio de 1963
Arturo Umberto Illia, de la Unión Cívica Radical del Pueblo, gana las elecciones presidenciales.

8 de julio de 1838
Se funda en Buenos Aires la Asociación de Mayo, institución opositora a Juan Manuel de Rosas.

8 de julio de 1884
Se promulga la Ley nacional Nº 1420, de educación común, gratuita y obligatoria.

9 de julio de 1816
El Congreso General Constituyente reunido en Tucumán declara la Independencia.

12 de julio de 1852
Nace en Buenos Aires el doctor Hipólito Yrigoyen.

13 de julio de 1973
Renuncia Héctor Cámpora a la presidencia de la Nación.

14 de julio de 1789
Los ciudadanos de París toman la Bastilla, con lo que comienza la Revolución Francesa.

14 de julio de 1921
Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti son encontrados “culpables de asesinato en primer grado”, crimen cuyo castigo era la silla eléctrica.

17 de julio de 1843 
Nace en Tucumán el teniente general Julio Argentino Roca.

17 de julio de 1906 
Muere el doctor Carlos Pellegrini.

18 de julio de 1994 
Explota una bomba en la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). Fueron 85 los muertos y más de 300 los heridos.

19 de julio de 1764 
Nace en Buenos Aires el doctor Juan José Castelli.

19 de julio de 1976
Mario Roberto Santucho es asesinado por las fuerzas de seguridad.

23 de julio de 1935 
El senador Enzo Bordabehere es asesinado en el Senado de la Nación.

26 de julio de 1822
Entrevista de Guayaquil, en Ecuador, entre los generales José de San Martín y Simón Bolívar.

26 de julio de 1890
Estalla la Revolución del Parque contra el gobierno del doctor Miguel Juárez Celman.

26 de julio de 1952 
Muere en Buenos Aires María Eva Duarte de Perón.

28 de julio de 1821
El general José de San Martín proclama la independencia del Perú.

29 de julio 1966
La policía reprime a estudiantes y profesores de la Universidad de Buenos Aires en lo que se conoce como “la noche de los bastones largos”.
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El Rescate

Esta sección está destinada al rescate de documentos históricos trascendentes tanto para la investigación histórica como para el estímulo de la reflexión presente. El material seleccionado –cartas, artículos, entrevistas– se encuentra en sintonía con algunas de las más destacadas efemérides del mes.

Leandro Alem sobre la Revolución del Parque

Hijo de un almacenero federal rosista, fusilado, colgado en una horca y exhibido al pueblo tras la derrota de Rosas, Leandro conoció la pobreza absoluta junto a su familia. Pero no impidió ello que, gracias al gran esfuerzo de su madre, Leandro Alén, luego rebautizado Leandro N. Alem, pudiera realizar los estudios secundarios e ir a la Universidad. 

Nacido el 11 de marzo de 1842, ya en su juventud decidió entregarse por completo a las causas que consideraba justas, lo que no evitó que siguiera un camino poco lineal. Con apenas 17 años, participó en los ejércitos urquicistas para derrotar a los díscolos bonaerenses, contra quienes guardaba rencor por el asesinato de su padre. Dos años más tarde, sin embargo, se unió a las filas de Mitre, para luchar contra Urquiza, y poco después también participaría de la Guerra del Paraguay, siendo herido en Curupaytí.

Pero cuando no tomaba las armas, Alem, junto a su inseparable sobrino, Hipólito Yrigoyen, diez años menor que él, se abocaba de lleno a la actividad política, ahora en las filas del autonomismo alsinista. Por entonces, escribía numerosas poesías y avanzaba en la carrera de Derecho.

A los 27 años, finalmente recibido de abogado, logró ser incluido en las listas de diputados nacionales del autonomismo. Fracasó en dos oportunidades, pero alcanzó a ingresar a la legislatura provincial en 1872. En sus discursos no cejaba en llamar a la defensa del sufragio universal.

La figura de Alem no dejaba de crecer por su oratoria y el ímpetu con que defendía las causas que creía justas: participó del sofocamiento del alzamiento mitrista, se enemistó con Alsina, formó el Partido Republicano con Aristóbulo del Valle, fue electo diputado nacional y rechazó la cesión de Buenos Aires al dominio nacional. 

La intransigencia, el rechazo a los acuerdos de cúpula y el principismo se convirtieron en su marca registrada, cuando hacia 1890, el régimen del Partido Autonomista Nacional se volvió fraudulento y dio vuelta la espalda a la ciudadanía. Entonces, formó junto a Mitre, un viejo conocido, la Unión Cívica. Y encabezó en julio de 1890 la Revolución del Parque contra el cuestionado presidente Miguel Juárez Celman. La derrota y los acuerdos del conservador Mitre con el gobierno nacional lo llevaron a fundar un nuevo espacio: la Unión Cívica Radical.

Con la UCR convertida en un partido de oposición al régimen, levantisco, en defensa de los principios cívicos, Alem accedió nuevamente a la cámara de Diputados. No fueron pocos los legisladores que lograron ingresar. Sin embargo, la derrota en la Capital fue dura; y sumada a los conflictos internos y a las diferencias cada vez más grades con su sobrino Hipólito, llevaron a un cansado, enfermo y deprimido Alem a tomar una trágica decisión: el 1º de julio de 1896 se quitó la vida de un tiro. Para la historia quedaba su insigne “Qué se rompa, pero que no se doble”.

Para recordarlo, reproducimos aquí un discurso que Alem pronunció en Rosario el 24 de agosto de 1890, casi un mes después de la Revolución del Parque, en el que el tribuno explicaba las razones que lo habían motivado a encabezar el levantamiento. Recordemos que en aquel tiempo de corrupción, desocupación y especulación generalizadas la vía electoral estaba vedada para la mayoría del pueblo. A poco de asumir, Juárez Celman había manifestado:"No creo en el sufragio universal. Consultar al pueblo siempre es errar pues éste únicamente tiene opiniones turbias”.

La libertad de sufragio sería una de las banderas que levantaría Alem. Sin embargo, el país deberá esperar 22 años, hasta la sanción de la ley Sáenz Peña de 1912, de sufragio universal, una universalidad muy peculiar, ya que excluía a las mujeres, quienes tendrán que aguardar otros 35 años, hasta la sanción de la ley de voto femenino, en 1947.

Fuente: Leandro N. Alem. Discursos y escritos, Buenos Aires, Ferrari Hermanos, 1914, págs. 53-55.

Discurso pronunciado en el gran mitin del Rosario, el 24 de Agosto de 1890.

Conciudadanos:

Bienvenidos seáis a ocupar el puesto que vuestro deber os señala; bien venidos seáis a tomar participación en esta verdadera revolución política y social.

Este país había llegado al extremo de ver comprometido el honor nacional. No existía más que la dignidad ultrajada, la libertad perdida, la dilapidación entronizada, la esclavitud constituida, y las voces de ultratumba de nuestros mayores nos pedían estrecha cuenta de nuestro silencio, de nuestra conducta, de nuestra debilidad, de sus sufrimientos ante el escarnio y la befa y el absolutismo de los poderes públicos.

Hubo un sacudimiento general; despertó la opinión, y el pueblo se ha dispuesto a romper las cadenas que le oprimían: por eso vemos ese estallido de entusiasmo, esa explosión de sentimientos que a todos nos unen en la llama vivificadora del patriotismo.

¡Desgraciados los pueblos que se hallan animados por el sensualismo! ¡Desgraciados los pueblos que no tienen ideales!

Por no tener ideales cayó la antigua Roma con toda su corte de bajezas y de inmoralidades; por no tener ideales cayó el Perú en la postración más abyecta; por no tener ideales Francia fue esclava de los reyes y pasto de los palaciegos; por no tener ideales la República Argentina ha sufrido la ignominiosa presidencia de Juárez!

Porque en momentos de angustia olvidamos estos sagrados ideales, porque hicimos de nuestras comodidades materiales, concentración de nuestros sentidos y aspiración única de nuestros espíritus, nos hemos visto vejados, ultrajados y deshonrados en nuestras afecciones más caras, sin que a duras penas asomase el sonrojo en nuestras mejillas y palpitaran de vergüenza nuestros corazones.

Al fin miramos a nuestro rededor, consultamos nuestras conciencias, levantamos nuestras frentes, sacudimos nuestro letargo, nos inspiramos en nuestras convicciones, dirigimos los ojos hacia la bandera de la patria, y el pueblo ha recuperado su dignidad y se haya dispuesto a sostenerla, aleccionado por el pasado.

En esta regeneración política y social, el ejército ha hecho causa común con el pueblo.

El ejército está constituido para defender las leyes y las instituciones, no para servir de pedestal a las tiranías; y por eso el ejército, que es argentino, y por lo tanto patriota, al ser hollados los fundamentos de la nacionalidad, al contemplar menospreciadas las libertades y suspendidas todas las garantías, al ver mancillado cuanto más noble y más digno y más santo conservan los códigos del país, al vislumbrar la ruina moral y económica de la República, precipitada por un hombre y una camarilla dueña y señora de vidas y haciendas, se levantó en cumplimiento de su deber y fue a la lucha a pelear y a morir por la causa del pueblo, que era su causa: ¡por la ley y por la libertad!

Nos hallamos en los principios de la senda colocada frente a nuestros ojos, y es necesario recorrerla hasta el fin, en todas sus escabrosidades, a costa de todos los sacrificios, como corresponde a nuestra historia y a nuestros antecedentes nunca desmentidos ni manchados.

Dejad esa tendencia de esperarlo todo de los gobernantes y grabad en vuestra conciencia la convicción de que este proceder rebaja el nivel moral de los pueblos.

Cuando un hombre está en el poder, necesita el consejo, el apoyo, el cariño y el aliento de sus gobernados, que han de ser sus amigos, no sus vasallos; pero si ese hombre se olvida que se debe al pueblo y no respeta derechos ni constituciones, ¡el pueblo tiene la obligación de recordarle los deberes de la altura, e imponerle su soberanía, si no por la razón, por la fuerza!

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Un agente sueco escribe sobre la declaración de la independencia de las provincias unidas

Desde la conformación del primer gobierno patrio, sin injerencia de España, se había desatado una larga guerra independentista, de la cual muy pocos se animaban a vaticinar cómo terminaría; no sólo por las dificultades económicas a que había que hacer frente y la tenaz resistencia por parte de los ejércitos realistas; también porque no eran pocas las diferencias internas respecto a cómo organizar el nuevo país, todavía inexistente. Las rivalidades se dirimían en golpes de mando, encarcelamientos, campañas militares, etc.

Aun así, sin consensos definidos y con grandes turbulencias, el proceso independentista avanzaba. En 1815, tras la deposición de Alvear como Director Supremo ocurrida el 15 de abril de 1815, el director interino Ignacio Álvarez Thomas, envió una circular a las provincias invitándolas a realizar la elección de diputados para un congreso general que se reuniría en Tucumán.

Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y la Banda Oriental decidieron no enviar representantes. Tampoco asistirían diputados de Paraguay y del Alto Perú, con excepción de Chichas o Potosí, Charcas (Chuquisaca o La Plata) y Mizque o Cochabamba.

Pronto comenzaron a ser electos en las provincias los diputados que se reunirían en Tucumán para inaugurar un nuevo congreso constituyente. Entre las instrucciones que las provincias -no todas- daban a sus diputados, se encontraba la de “declarar la absoluta independencia de España y de sus reyes”.

El 24 de marzo de 1816 fue finalmente inaugurado el Congreso en Tucumán. El porteño Pedro Medrano fue su presidente provisional y los diputados presentes juraron defender la religión católica y la integridad territorial de las Provincias Unidas. Entretanto, el gobierno no podía resolver los problemas planteados: la propuesta alternativa de Artigas, los planes de San Martín para reconquistar Chile, los conflictos con Güemes y la invasión portuguesa a la Banda Oriental, entre otros.

Finalmente, cuando San Martín llamaba a terminar definitivamente con el vínculo colonial, una comisión de diputados, integrada por Gascón, Sánchez de Bustamante y Serrano, propuso un temario de tareas conocido como “Plan de materias de primera y preferente atención para las discusiones y deliberaciones del Soberano Congreso”.

El 9 de julio de 1816, el mismo día en que se aprobó el temario, se resolvió considerar como primer punto el tema de la libertad e independencia de las Provincias Unidas. Los diputados no tardaron en ponerse de pie y aclamar la Independencia de las Provincias Unidas de la América del Sud de la dominación de los reyes de España y su metrópoli. Diez días más tarde, a propuesta de Medrano, se agregó a la liberación de España la referente a “toda dominación extranjera”, y el 25 se adoptó oficialmente la bandera celeste y blanca.

A continuación transcribimos el testimonio de Jean Adam Graaner, un agente sueco que escribió a su país sobre este trascendental acontecimiento. En los fragmentos seleccionados, Graaner da cuenta del riesgo que corrían los patriotas al declarar la independencia, ya que “quienes prestaban juramento a la patria, contaban con una muerte segura, si el país volvía a caer bajo la dominación española”, y expresa: “Están dispuestos a vencer o morir”.

Fuente: Jean Adam Graaner (Agente sueco), Las provincias del Río de la Plata en 1816 (Informe dirigido al príncipe Bernadotte). Traducción y notas de José Luis Busaniche, Buenos Aires, Librería y Editorial El Ateneo, 1949, págs. 18-19, 59-66 y 85-109.

La América Meridional, al parecer, quiere por fin salir de su prolongado letargo, y animada por el ejemplo brillante de los florecientes Estados del Norte, hace esfuerzos por sustraerse a la tutela europea, que la ha sostenido en su infancia pero que le resulta una traba en su adolescencia. Salida apenas de las tinieblas del despotismo civil y espiritual, e ignorando todavía la justa aplicación de sus fuerzas propias, es menester perdonarla si cae de error en error hasta que, finalmente, una experiencia duramente adquirida, le muestre el camino de sus intereses verdaderos.

Riquezas inagotables, clima saludable y suave, fertilidad sin igual, ríos inmensos o navegables hasta 400, 500 ó 600 leguas hacia el interior (o que en todo caso pueden hacerse aptos para la navegación), mares tranquilos y sin escollos, puertos seguros y de fácil acceso, navegación abierta por igual a las Indias Orientales, a Europa y al África, sin contar las islas, tan fértiles como apreciadas, del Pacífico, que no esperan para civilizarse sino relaciones sostenidas de comercio con el continente de la hasta ayer América española: tales son las grandes ventajas de estos países sobre los de la parte norte del continente, con los cuales la Naturaleza se ha mostrado menos pródiga, pero a los que ha dotado de habitantes industriosos y emprendedores. Sin embargo, es incontestable que la indolencia de los habitantes de esta provincias del sur, se origina menos en su falta de inteligencia que en su antiguo gobierno y en su sistema funesto de monopolio unido al despotismo de los sacerdotes, que, mediante supersticiones casi increíbles en Europa, han tratado y tratan todavía de sofocar o retardar todos los esfuerzos del entendimiento humano. (…)

Comenzó sus trabajos el congreso con mucho celo, pero dentro de una gran confusión. Con todo, poco a poco los congresistas fueron desarrollando sus ideas. En los discursos alternaban los nombres de Solón, Licurgo, la República de Platón, etc. El Contrato Social, el Espíritu de las Leyes, la constitución inglesa y otras obras de ese género, fueron consultadas y estudiadas, citadas y documentadas con gran entusiasmo por los doctores en leyes, en tanto que los sacerdotes condenaban a los filósofos antiguos como a ciegos paganos y a los escritores modernos como a herejes apóstatas impíos. Es verosímil que los eclesiásticos –muy preponderantes en las primeras sesiones- tuvieran como plan el establecimiento de un gobierno rigurosamente jerárquico, tomando como buen pretexto, que el célebre régimen teocrático de los jesuitas del Paraguay, formado en parte sobre el modelo de los incas, era el más benéfico entre todos los conocidos hasta entonces, pero parecieron olvidar que una hermosa constitución supone costumbres puras e inocentes, igualdad absoluta de fortunas y de condición, renuncia voluntaria a toda ambición de títulos y preferencias exteriores, respeto absoluto por los jefes y por las leyes establecidas, en una palabra, un número infinito de cualidades y virtudes, de que no solamente los criollos están desprovistos sino quizá todo hombre educado en las delicias y los vicios de la sociedad civilizada 1.

Por fin, el congreso nombró una comisión, compuesta de tres de sus miembros, encargada de presentar un plan para ajustar a él sus trabajos.

Este proyecto fue presentado a la Asamblea Nacional y obtuvo inmediata sanción. (…)
 
Para las materias de menor importancia o tocantes a casos particulares, la Asamblea debía nombrar una comisión especial.

Después se procedió a nombrar un jefe del poder ejecutivo, porque el Director Álvarez había sido nombrado con carácter provisorio. El coronel Pueyrredón, diputado por San Luis, obtuvo todos los sufragios y se instaló como Director Supremo del Estado. Es el primer director elegido por los representantes de la Nación. Le fueron acordados plenos poderes para dirigir las operaciones militares, para tratar con las cortes extranjeras y velar por la seguridad interior y exterior del estado, y en general para ejecutar las resoluciones del congreso.

Como dicho jefe es en la actualidad el primer ciudadano del nuevo estado y en verdad uno de sus hombres más ilustrados, no creo fuera de propósito dar algunas ideas sobre su persona y  carácter.

El señor Juan Martín de Pueyrredón es hijo de francés y su padre era nativo del Bearn. Murió el padre en Buenos Aires, donde dejó una familia particularmente estimada. Su viuda volvió a Francia, adonde fue con este hijo menor, quien pasó allí algunos años. Tiene ahora (Pueyrredón) unos cuarenta años, más o menos, su físico es interesante y sabe combinar admirablemente bien su seriedad española con la urbanidad francesa.

Más político que soldado, trata de ganarse la voluntad de todos los partidos y de unir las facciones opuestas por medios pacíficos, y en esto ha obtenido un resultado superior a cuanto podía esperarse. Ha sabido hasta reprimir el espíritu de aristocracia de diferentes jefes de la fuerza armada, sin que ellos lo hayan advertido y con esto se ha ganado la confianza de todos sus conciudadanos. Sin compartir ni aprobar las supersticiones y los prejuicios de sus compatriotas, hace como que se presta a ellos y al mismo tiempo trata de anularlos.

Ha sido miembro del gobierno de Buenos Aires y a consecuencia de la revolución contra Alvear se le desterró al distrito de San Luis, encantados por la afabilidad de sus maneras y por su patriotismo, le eligieron, aunque era extraño a la provincia, por su representante al congreso de Tucumán.

A fines del mes de junio del año pasado, entró (el congreso) a deliberar sobre la declaración de independencia de las Provincias Unidas y animados por la instigación del nuevo director –que parecía conducir secretamente la marcha del Congreso-, sus miembros publicaron por acta solemne, el 9 de julio, la resolución adoptada de declarar y constituir la nación libre e independiente de España, del Rey Fernando, de sus sucesores, y de toda potencia extranjera.

Esta declaración fue recibida con el mayor entusiasmo y solamente después de tal acontecimiento ha podido advertirse actividad en las diferentes ramas de la administración de los negocios públicos con la esperanza de ver algún día estas provincias organizadas en cuerpo de nación. Y la razón es muy natural. Los hombres que fluctuaban hasta entonces entre los intereses de la metrópoli y los de la patria, sin osar declararse abiertamente, ni por una ni por otra, se encontraron ahora obligados a decidirse, y de haberse negado a prestar el juramento de independencia, hubieran perdido sus empleos y sus fortunas y habrían sido desterrados.

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Castelli, un “hijo legítimo del Plata”

Nacido en Buenos Aires el 19 de julio de 1764, primero entre ocho hijos de un médico veneciano, estudió de chico con los jesuitas y luego fue enviado al tradicional Colegio Montserrat de Córdoba, donde conoció a muchos de los futuros revolucionarios.

Estudió filosofía y estaba pronto a ordenarse en el sacerdocio, pero la muerte de su padre le permitió cambiar de rumbo y partió hacia Charcas para estudiar leyes. De regreso a Buenos Aires, comenzó una activa participación en la política colonial que le ganó la enemistad de los comerciantes y regidores españoles, primero en el Consulado, y luego en el Cabildo.

Luego de la corta vida de sus pioneros proyectos periodísticos, como elTelégrafo Mercantil, consciente como pocos de una nueva identidad que nacía en el pueblo rioplatense, participó del rechazo a la invasión inglesa y, tras la invasión napoleónica a España, compartió con Belgrano el proyecto de lograr la emancipación con una monarquía constitucional encabezada por la Infanta Carlota.

Finalmente, Castelli, primo y amigo de Manuel Belgrano, fue uno de los máximos conspiradores cuando llegó Mayo de 1810. En aquellos días, fue comisionado para intimar al virrey Cisneros a que cesara en su cargo y, el decisivo 22 de mayo, fue el encargado de defender la posición patriota en las sesiones del Cabildo. Por esto y mucho más, fue llamado "el orador de la revolución".

Nombrado vocal de la Primera Junta, fue el encargado de reprimir la contrarrevolución de Santiago de Liniers en Córdoba y no le tembló el pulso a la hora de ordenar su ejecución. Luego se le encomendó la misión de ocupar el Alto Perú, junto al Ejército del Norte, donde impuso un gobierno revolucionario, liberando a los pobladores nativos de los servicios personales y de la esclavitud, y fusilando a varios funcionarios reales.

Hacia mediados de 1811, fue vencido por las fuerzas realistas en Huaqui. A su regreso a Buenos Aires, el Triunvirato lo procesó y encarceló, aunque el juicio nunca llegó a su fin. Un año más tarde, moriría de un fulminante cáncer de lengua, el 12 de octubre de 1812. Lejos de todo optimismo, cerraba sus días con aciagas palabras: "si ves al futuro dile que no venga".

Reproducimos en esta oportunidadel prefacio a la primera edición de Castelli, el adalid de Mayo, elogioso estudio que publicó hacia 1949 el historiador paraguayo Julio César Chaves, quien definió al comprometido patriota en virtud de su amplio conocimiento de todos los aspectos y rincones de la vida colonial como un hijo legítimo del Plata”.

Fuente: Julio César Chaves, Castelli. El adalid de mayo, Buenos Aires, Ediciones Leviatán, 1957 (Segunda Edición), págs. 17-21.

Prefacio a la primera edición

Juan José Castelli Villarino ha nacido en la ciudad indiana. Es tipo netamente americano; en sus venas confluyen las dos grandes riadas propulsoras del destino continental: ya han pasado siglos desde que algunos de sus mayores se arraigaron en tierra santiagueña; otros han llegado hace poco, desde Venecia, por el mar. Puede amar ardientemente pero sin prejuicios la tierra donde vio la luz.

Las aulas del Colegio de San Ignacio le vieron de niño; en los claustros del Monserrat de Córdoba estudió de adolescente, y en San Francisco Xavier de Charcas graduóse de doctor in ultroque jure.

Vive en Buenos Aires los años que siguen. Al correr de ellos, ocupa posiciones, obtiene triunfos, gana reputación. Letrado, su bufete es el primero de la capital; es secretario interino del Real Consulado, regidor en el Cabildo. Es un hombre culto, estudioso, que está al cabo de las corrientes filosóficas que agitan al mundo.

En pocos años ha avanzado, ha llegado hasta donde un criollo puede avanzar y llegar bajo el régimen colonial. Tiene hogar feliz, sólida posición económica, justa fama, buena opinión pública. La valía le ha abierto todos los caminos que conducen al éxito, al triunfo, al amor. Entonces –cuando a los hombres de su edad y de su tiempo, la vida ha cerrado ya toda perspectiva-, Juan José Castelli formó en la gran milicia. “Fue –dice un biógrafo- de los primeros que en el Plata concibieron el heroico proyecto de redimir a América.” En la noche colonial  forjó su pensamiento un ideal, el más grande y el más puro que pudiera concebir un americano. A su servicio puso el fuego de su alma, las vibraciones de su energía, la claridad de su inteligencia. Persiguió ese ideal por todos los caminos, a través de todas las vicisitudes, sin un solo desmayo, sin un solo desfallecimiento, sin una sola renunciación.

Perteneció a la generación de doctores que concibió el proyecto de independencia y luchó por él. Precursores, héroes civiles cuya obra recogieron y coronaron los capitanes de la emancipación. Cien doctores cuya verdadera historia todavía no ha sido contada. ¡Cien doctores que nacieron sin patria, pero que murieron con ella y por ella!

Castelli integra y acaudilla en el Plata el núcleo de los iluminados soñadores que siguió un firme derrotero hacia las estrellas.

Su actuación en el proceso revolucionario culmina en su alegato de la Causa Reservada… sosteniendo que “España ha caducado” y reivindicando para las comunidades americanas frente a la crisis dinástica el derecho a formar su gobierno y a decidir su destino.

Abierta la crisis del año X pasa a actuar en un terreno bañado de luz. Es –al decir de Cisneros- “el principal interesado en la novedad”. En el debate del Cabildo Abierto es el orador de los patriotas, y en la Primera Junta, el vocal decano. Actúa en el gobierno con ímpetu de revolucionario y con visión de estadista. Pero pronto debe dejar Buenos Aires. La revolución está en peligro: tiene que cumplir un mandato inexorable, unir su nombre al drama de Cabeza de Tigre, para salvarla.

Elegido vocal representante en el ejército auxiliador se pone a la cabeza de las legiones que marchan al Alto Perú, triunfan en Suipacha, y expulsan a las fuerzas reaccionarias del virrey de Lima. En tal carácter, tiene que imponer los ideales revolucionarios en el bastión colonial del Alto Perú. En meses, en días, en horas de incesante, de nerviosa acción, reorganiza el ejército, da nuevas bases a la administración pública, fomenta la educación, aplasta las tentativas reaccionarias. Al mismo tiempo, pregona por los dos Perú los ideales de la revolución. En manifiestos, proclamas y arengas, sostiene la soberanía del pueblo y los derechos del hombre; fustiga a los déspotas, y con la fe del cruzado, muestra sobre su cota de malla la venera forjada en el fuego de la gran capital del sur.

Córdoba, Tucumán, Potosí, Charcas, Cochabamba, Oruro y La Paz ven pasar bajo arcos de triunfo, sobre alfombras de flores, entre aclamaciones de pueblos y vocinglería de campanas, al heraldo de los tiempos nuevos, al adalid de Mayo.

Electrízanse a su paso los unos, tiemblan los otros, porque él tiene no sólo el verbo que ilumina sino también el rayo que mata. Para unos, su verbo es mensaje de gloria; para otros, Apocalipsis. Su espíritu es acero toledano que hiende el ambiente con cambiante retiemblo de metal. Es adversario que no pide ni da cuartel. Hay en él un odio al enemigo, una decisión inquebrantable, una energía indomable, un amor a toda prueba por la libertad y por la democracia.

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“Yo la vi morir.”

Entrevista a una de las enfermeras María Eugenia Álvarez, quien atendió a Evita hasta su muerte

Evita despertó las peores reacciones de una buena parte de la sociedad argentina. Ella era intempestiva, pasional, luchadora, y los odios que generó fueron de igual intensidad. No sólo de las clases dominantes, de los vituperados “oligarcas”. También de amplios sectores medios e incluso de intelectuales de izquierda y progresistas. “Viva el cáncer”, llegó a leerse en algunos muros de la ciudad porteña. Milcíades Peña habló del “bonapartismo en faldas” y creyó a esta “artista de radioteatro y cine poco cotizada y muy de segundo plano” un producto de “las necesidades, ansiedades y fantasías de la gente pobre”.

Pero entonces, ¿por qué tanto odio? Nacida en Los Toldos, en el noroeste bonaerense, un 7 de mayo de 1919, Eva María Ibarguren, fue hija ilegítima del estanciero y conservador Juan Duarte y de la puestera Juana Ibarguren. Esa misma circunstancia le dio un primer motivo de lucha. Luego de la muerte de su padre, la familia se quedó sin sustento. Más tarde, se trasladaría a Junín, cuando Eva tenía ya 11 años y pronto comenzaría a destacarse en la actuación.

Con 15 años, finalmente, llegó a la capital federal para triunfar como actriz. Era 1935, plena década infame y ola creciente de migrantes internos hacia Buenos Aires. Eva logró intervenir, aunque de forma secundaria, en importantes obras teatrales, siendo destacada por la prensa en algunas oportunidades. Películas, radioteatros, hasta tapas de revista, le permitieron crecer rápidamente en la dirección soñada. Por fin, también consiguió tener un buen pasar, lo que no le impidió iniciar su militancia social, participando de la creación del primer sindicato de trabajadores de radio.

Al poco tiempo, Eva conoció a Perón. Tenía 24 años y él, ya teniente general y hombre fundamental de la Revolución de 1943, casi 50. Vivían juntos cuando sucedió el 17 de octubre y de inmediato se casaron. Entonces sí, con Perón fortalecido en el poder estatal, Eva lo acompañó, logrando rápidamente un protagonismo especial.

Los derechos políticos de las mujeres, la fundación del partido peronista femenino, la fundación de ayuda social, los estrechos vínculos con los sindicatos y una intransigente defensa de Perón frente a “oligarcas”, “cipayos” y el “imperialismo”, marcaron los más de seis años que la tuvieron en la primera escena nacional. Evita falleció por un cáncer de cuello uterino, el 26 de julio de 1952. Con tan sólo 33 años, se había convertido en la mujer más influyente del país. Su cuerpo, llorado durante días por una multitud, también fue robado, ultrajado y ocultado, durante casi dos décadas.

¿Por qué esta joven mujer se había ganado el odio de un importante sector de la sociedad? Hace unos años, Eduardo Galeano ensayó una respuesta: “La odiaban, la odian los biencomidos: por pobre, por mujer, por insolente. Ella los desafiaba hablando y los ofendía viviendo. Nacida para sirvienta (...) Evita se había salido de su lugar”.

En esta oportunidad, transcribimos un reportaje a María Eugenia Álvarez, la enfermera que conoció a Evita en 1949 y que la atendió hasta su muerte, aquel 26 de julio de 1952.

Fuente: “Yo la vi morir”, por Cecilia Escola, Revista Siete Días, N° 918, 24 al 30 de enero de 1985, págs. 10 y 11.

“Yo la vi morir”

“Soy demasiado chiquita para tanto dolor”, solía repetir Eva Perón en aquellos días de junio cuando la enfermedad ya no le daba respiro y lenta, pero implacablemente, le iba consumiendo la vida. Sólo la fortaleza de su espíritu le permitía seguir luchando. Muy pocos estaban junto a ella en el momento de morir, y entre esos pocos, esta mujer, la enfermera María Eugenia Álvarez, que aún hoy se emociona cuando recuerda aquel 26 de julio de 1952.

¿Cómo conoció a Eva Perón?
El primer contacto que tuve con ella fue cuando personal de enfermería de la Fundación, que había sido enviado en una misión a Ecuador, de regreso sufrió un accidente de avión en las cercanías de Buenos Aires y fue internado en el hospital Rivadavia.

En esos momentos yo estaba trabajando allí, y en algunas visitas que realizó la señora para interiorizarse por el estado del personal tuve la oportunidad de conocerla.

¿Qué impresión le causó?
La primera impresión que me dio y que se fue acrecentando con el tiempo a medida que la fui tratando, fue la de una persona muy rápida e inteligente, con una capacidad increíble para captar las situaciones y los problemas de la gente. Era muy observadora. Casi diría que un poco psicóloga, porque ella miraba a la persona y sabía lo que le pasaba. Tenía una gran fuerza interior, un carisma muy especial que la hacía llegar a todo el mundo. Y si bien era muy exigente con su trabajo, nunca dejaba de ser amable porque, por sobre todas las cosas, era un ser humano sumamente sensible.

De allí en más, ¿cómo siguió su relación con ella?
Nosotros seguimos trabajando en el hospital y después pasamos a la Escuela de Enfermeras, de la cual ella era su presidenta y creadora. Era una de las instituciones que más amaba y le asignaba un gran futuro porque pensaba, con justa razón, que el país necesitaba cantidad y calidad de enfermeras, bien preparadas profesional y espiritualmente para la mejor atención de los pacientes. Siempre pensó en la asistencia y la salud del pueblo argentino.

¿Cuándo la trató por primera vez como paciente?
Cuando se operó del apéndice y fue internada en el Instituto del Diagnóstico. El grupo que la atendía estaba formado por Elea Malesani, Ana María Clério y yo. Una vez que los médicos le dieron el alta, pasamos a la residencia, donde estuvimos algunos días. Después la solíamos tratar porque nosotras, además de atender a los pacientes que teníamos asignados, ocupábamos algunas horas en la preparación de los policlínicos: Policlínico Perón, Evita, El Hogar de la Empleada, por supuesto siempre en la parte de enfermería.

¿En qué momento tuvo Eva los primeros síntomas de su enfermedad?
No puedo precisarlo con seguridad porque eso está reservado a la parte médica, pero yo diría que fue por el año ’50. Yo estuve con ella desde el principio hasta el momento en que falleció: el 26 de julio de 1952 a las 20,25 horas.

¿Cómo fueron los últimos tiempos? ¿Ella estaba consciente de su gravedad?
Eva Perón era una mujer muy inteligente e intuitiva. Para mí, una figura inmensa, grandiosa, y como era tan sensible y captaba todo lo que pasaba a su alrededor, yo supongo que era consciente de su estado. Si sufría, y seguramente el dolor debía ser grande, sólo ella lo sabía porque no se quejaba. Pero sí sufría pensando en los obreros, en los ancianos y en los niños. (A esta altura de la entrevista María Eugenia Álvarez no puede controlar su emoción. Comienza a llorar y esas lágrimas van a estar presentes casi hasta el final de la charla.)

Evita era muy estoica –continúa la enfermera-; tenía una fuerza que Dios le da sólo a determinadas personas. A pesar de estar dolorida seguía planeando y trabajando, siempre pensando en la tarea de la Fundación. Siempre pensando en el futuro de la patria, en las mujeres, en los niños, en los ancianos, los hospitales, en todo lo que había que hacer. Y decía que no le iba a alcanzar el tiempo, por eso supongo que sabía de la gravedad de su enfermedad.

¿Quiénes estaban junto a ella?
Siempre la acompañaba su mamá, sus hermanas, su hermano, los médicos y, por supuesto, el general.

¿Cuál era su mayor preocupación en esos momentos?
Los obreros, su madre y su familia. Nunca dejó de hacer cosas, aún desde el lecho de enferma y con orden de guardar reposo. Siguió trabajando porque decía que Perón tenía mucho trabajo en la Casa de Gobierno y ella debía ayudarlo. Muchas veces decía: “tengo que estar linda para mis obreros, quiero que me vean bien”. Fíjese hasta dónde llegaba su preocupación a pesar de la enfermedad.

¿Qué cosas le gustaba hacer?
Le gustaba leer, escuchar música, las flores, los animales, recuerdo que tenía un perrito, “Tirolita”, que le había regalado el general. Era muy comunicativa, le gustaba charlar con la gente, en especial con sus amigos y familiares. A pesar de ser bonita, siempre quería estar presentable, aunque en realidad cualquier cosa que se pusiera le quedaba bien y no necesitaba nada para resaltar su natural belleza.

¿Qué recuerdos tiene de Eva?
Como recuerdo material guardo un libro que me regaló de su viaje a España, y como recuerdo espiritual me queda su figura para toda la vida.

¿Cómo fue el momento de su muerte?
Es muy difícil para mí explicar ese momento. Como enfermera se había muerto mi paciente pero, además, se moría un ser humano extraordinario al que yo había aprendido a querer. Murió con una sonrisa, porque su cara siempre había sido una sonrisa. Y recuerdo que solía decir que era muy chiquita para tanto dolor; sin embargo siguió luchando hasta el último momento que Dios dispuso…

Cecilia Escola

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Noticias

Un cuadro de 1815 arroja luz sobre la primera bandera patria

Se trata de un retrato del general Manuel Belgrano, pintado en 1815 y atribuido al pintor francés François Casimir Carbonnier, que se expone en el Salón de la Bandera de la Casa de Gobierno de Jujuy, a la izquierda de la urna que guarda la bandera de la Libertad Civil donada por Belgrano al pueblo de esa provincia. El cuadro muestra escenas de guerra, como las batallas victoriosas de Salta y Tucumán y las derrotas de Vilcapugio y Ayohúma, en las cuales se distinguen las banderas patriotas con dos franjas: una blanca superior y otra celeste.  

Fuente: Tiempo Argentino

En Perú, una excavadora destruye pirámide de 4.000 años

Una excavadora destruyó el 29 de junio pasado una pirámide de 4.000 años de antigüedad en el Complejo Arqueológico El Paraíso, ubicado en la afueras de Lima. El ministerio de Cultura peruano denunció el "lamentable atentado" y relató que un grupo de delincuentes ingresó al Complejo Arqueológico El Paraíso con una excavadora y destruyó una pirámide que tenía seis metros de altura y 2500 metros cuadrados de superficie". Según informó el ministro, los responsables del atentado serían empresas inmobiliarias en complicidad con una familia asentada en la zona. Los atacantes intentaron destruir otras tres pirámides de la zona, pero fueron detenidos por la policía.  El daño causado es irreparable, aunque no se trata de la pirámide principal, que está de pie y siendo recuperada. El Paraíso es el complejo arqueológico monumental más antiguo y grande de Lima Metropolitana y de la costa central del Perú.

Fuente: BBC

Hallan obras de Miguel Ángel

Se trata de dibujos al carbón realizados por Miguel Ángel en 1529, durante el ataque de las tropas españolas a Florencia. Las obras permanecían ocultas en una  estrecha sala subterránea bajo una capilla de los Médicis, en la basílica de San Lorenzo, en esa ciudad toscana. Durante la invasión, el consagrado artista del renacimiento estuvo escondido durante tres meses. Una sala de siete metros por dos sirvió de atelier para estas obras hoy descubiertas, que los especialistas calificaron como "espléndidos dibujos al carboncillo". Esta sala secreta fue descubierta en noviembre de 1975 durante unos trabajos de restauración.
Fuente: Tiempo Argentino; La Jornada

Descubren intacta una ciudad medieval en la selva de Camboya

Un equipo de arqueólogos descubrió una ciudad medieval perdida  construida hace unos 1200 años en la selva del noroeste de Camboya, utilizando tecnología Lidar de escaneo con láser desde un helicóptero. Se trata de la ciudad de Mahendraparvata, cuya construcción es unos 350 años anterior a la de Angkor Wat, el templo hindú que ha cautivado gran interés y recibe más de dos millones de visitantes por año, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, situado a unos 60 kilómetros más al sur. La ciudad recientemente descubierta -un complejo comparable a Angkor con más de dos docenas de templos desconocidos hasta ahora ahora y la evidencia de antiguos canales, diques y carreteras- no ha sido saqueada y permite el estudio de la civilización que le dio lugar. Uno de los aportes de este descubrimiento ha sido que 36 ruinas que ya estaban registradas anteriormente, dispersas en la montaña, estaban unidas por una intrincada red de caminos, diques, estanques y templos repartidos en los barrios y manzanas de la ciudad. Se han identificado estatuas de Buda talladas en la roca cubierta de musgo.

Fuente: ABC, La Vanguardia
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Difusión

Muestras

  • Muchas voces, una historia. Argentina 1810-2010, una exposición permanente de la Casa del Bicentenario, que a través de una video-instalación, recorre la historia del país con imágenes y sonidos, intentando dar cuenta de las complejidades y ambigüedades del relato histórico, expresando la pluralidad de voces y perspectivas de la sociedad. Lugar: Riobamba 985; horarios: de martes a domingo y feriados de 15.00 a 21.00 hs. Ingreso permitido hasta 30 minutos antes del cierre. Entrada libre. (info)*
  • Sociedad de Trabajo. Una historia de dos siglos. La Casa Nacional del Bicentenario y la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación,  junto con el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, inauguraron en abril una exposición que relata la historia del trabajo en la Argentina, ilustrada con documentos, audiovisuales, fotografías, instalaciones y obras de cincuenta artistas argentinos. La exhibición pone en foco el trabajo, no sólo como una ocupación, sino también como un conjunto de derechos que garantizan la producción de la vida en su aspecto público y privado. Se desarrolla, además, la historia política del trabajo, la organización del movimiento obrero y los modos de intervención del Estado en distintos momentos de la historia. Las visitas guiadas para público en general, sin turno previo, se realizan los sábados a las 16.30. Lugar: Riobamba 985. La exposición se podrá visitar hasta el 1º de diciembre de martes a domingo y feriados de 15.00 a 21.00 hs. Ingreso permitido hasta 30 minutos antes del cierre. Entrada libre: (info)*
  • Los porteños vuelven a jugar y a divertirse con los juguetes de ayer. Muestra de los juguetes de la colección del Museo de la Ciudad. En el museo se podrán ver desde un auto de lata, trenes eléctricos, una colección de soldaditos de plomo hasta diminutas máquinas de coser fabricadas entre 1915 y 1960. Lugar: Defensa 219 / 223; horarios: lunes a domingo y feriados de 11 a 19 hs. Sábados, domingos y feriados de 15 a 19 hs. Entrada general: $1. Miércoles, gratis. Tel. : 4343-2123 / 4331-9855 (info)*
  • Museo Histórico Nacional. El martes 9 de julio el museo inauguró la sala Tesoros de la Independencia, donde se exponen diversos objetos históricos relacionados con la época de la Revolución: una tarja que las damas de Potosí le obsequiaron, hace 200 años, al general Manuel Belgrano; el tintero utilizado para firmar el acta de la Independencia; el retrato del general José Gervasio Artigas; la llave de la ciudad de Montevideo recibida por Vicente Anastasio de Echevarría al rendirse en 1814; el sello para lacre perteneciente a Fray Justo Santa María de Oro; el bastón del coronel José Moldes; el sable del general Manuel Belgrano; el fragmento de la Gualdrapa del general Martín Miguel de Güemes; y el retrato del general Juan Martín de Pueyrredón. Como siempre, se exhiben también en las otras salas excelentes grabados, litografías, cuadros, imágenes religiosas y esculturas; banderas, estandartes, armas y uniformes de las guerras de la Independencia; muebles, relojes, partituras, instrumentos musicales y vajillas de las familias tradicionales del siglo XIX; recuerdos de la celebración del Centenario de la Revolución de Mayo, relicarios y miniaturas, daguerrotipos, fotos y tarjetas postales; aperos, ponchos, objetos de plata y prendas gauchas. Entre sus colecciones pictóricas resaltan los cuadros de José Gil de Castro; las pinturas de Cándido López, un valioso testimonio de la Guerra del Paraguay (1865-1870). También cuentan con los pianos y los forte pianos de la familia Escalada, de María Sánchez de Thompson y de Eduarda Mansilla. En el Museo puede visitarse la reproducción del dormitorio de José de San Martín en Boulogne-Sur-Mer (Francia), ambientado con objetos originales de acuerdo al bosquejo enviado por su nieta Josefa Balcarce. El archivo personal de Adolfo Carranza está abierto para los investigadores. Una valiosa biblioteca de alrededor de quince mil volúmenes, dedicada principalmente a la historia argentina y americana, puede ser consultada por el público general. Horario: De miércoles a domingo, de 11 a 18 hs. Los docentes que deseen visitar el Museo con sus alumnos deben enviar un correo electrónico a educacion@mhn.gov.ar. Dirección: Defensa 1600. Informes 4307-1182. (info, info)*
  • Museo Histórico Nacional del Cabildo y de la Revolución de Mayo. El museo cuenta con modernos sistemas interactivos de comunicación que favorecen la participación del público. Se puede acceder al balcón principal del edificio y visitar todas sus salas además de ver sus históricos túneles, a través de una cámara subterránea. Cuenta con dos pantallas que les permiten a los visitantes interactuar con la imagen del famoso cuadro del 22 de mayo y con un mapa con los puntos geográficos más importantes de la ciudad en los febriles días de la Revolución de Mayo. Dirección: Bolívar 65. Tel.: 4342-6729 y 4334-1782. Visitas guiadas: Miércoles y jueves a las 15.30; Viernes a las 15.30 (gratis); Sábados, domingos y feriados a las 12.30, 14 (gratis) y 15.30. Las visitas pagas incluyen un recorrido virtual en tiempo real de las construcciones subterráneas del Patio del Museo. Los establecimientos educativos deben solicitar turno a visitascabildo@cultura.gov.ar. Informes: 4342-6729 y 4334-1782. (info)*
  • El Museo Nacional de la Historia del Traje expone un recorrido por las diversas piezas de indumentaria. En sus salas se pueden ver colecciones como  la moda desde 1850-1915;  la moda en los años 20; trajes de baño (1890-1950); los 50's "Juventud y Rebeldía"; los 80's "Extravagantes y Glamorosos"; la moda infantil desde 1860 a 1960, etc. Dirección: Chile 832. Horarios: de martes a domingo de 15 a 19 hs. Visitas guiadas: sábados y domingos a las 17:00 hs. Informes: 4343-8427. (info)*
  • Museo Histórico de Buenos Aires Cornelio Saavedra, Sala Ricardo Zemboraín: Colección de platería urbana del Siglo XIX. Sala tertulias: Mobiliario, iconografía y artes decorativas correspondientes a la 1ª y 2ª mitad del Siglo XIX. Sala independencia: Testimonios del proceso que se inicia con la Invasiones Inglesas, la Revolución de Mayo y la Independencia Sudamericana. Confederación argentina: Aspectos políticos, sociales, y económicos de los gobiernos de Juan Manuel de Rosas. Lujos y vanidades femeninas del siglo XIX: Peinetones, alhajas, relojes, abanicos y otros accesorios de la moda femenina. Sala Leonie Matthis: La plaza de Mayo desde la fundación hasta el fin del Siglo XIX a través de las aguadas de la pintora francesa. Sala moda: Vestimenta masculina y femenina del Siglo XVIII y XIX. Emisiones, inflación y convertibilidad: La Economía Argentina a través de sus diferentes monedas. Sala de armas: Colección de armas de fuego y armas blancas. Sala Keen: Platería rural. Dirección: Crisólogo Larralde 6309. Horario: Martes a viernes de 9 a 18 hs. Sábados, domingos y feriados de 10 a 20 hs. Tel: 4572-0746 / 4574-1328. Visitas guiadas: sábados, domingos y feriados, 17 hs. (info)*
  • Bicentenario del Himno Nacional Argentino. Con motivo de haberse cumplido el pasado 11 de mayo el Bicentenario del Himno Nacional, el Museo Histórico de Buenos Aires Cornelio Saavedra presenta una muestra de carácter anual referida a recordar dicho acontecimiento. Lugar: Museo Histórico de Buenos Aires Cornelio Saavedra.  Dirección: Crisólogo Larralde 6309. Horario: Martes a viernes de 9 a 18 hs. Sábados, domingos y feriados de 10 a 20 hs. Tel: 4572-0746 / 4574-1328. (info)*
  • Manzana de las Luces. El Instituto de Investigaciones Históricas de la Manzana de las Luces organiza visitas guiadas a: la Procuraduría de las Misiones Jesuíticas, los Túneles del Siglo XVIII, la Antigua Universidad y las Casas Virreinales, el Patio de las Misiones Jesuíticas, la Sala de Representantes, la Sala Maza. El paseo sale de Perú 272. Ver información detallada en info*
  • Vacaciones de Inverno en la Biblioteca Nacional. Del 15 al 26 de julio la Biblioteca Nacional propone un espacio para chicos con cine, lecturas y juego. Con Imaginerías. Jugando con las imágenes, los chicos van a ver, jugar y aprender con el cine; y Ana María Shua, Ricardo Mariño, Diego Paszkowski y Adela Baschde leerán para los niños sus cuentos favoritos. También podrán encontrar todos los libros de la colección Quelonios, además de juegos y visitas guiadas para los más pequeños. Ver programación en: info*
  • Vacaciones de invierno en el Museo Etnográfico. Del 18 al 28 de julio. ¿Qué cuentan las pinturas rupestres de los cazadores de hace 4000 años? ¿Qué dicen los selknan cuando pintan líneas y puntos en sus rostros? ¿Qué significan los nudos en los quipus que usaron los incas? Muchos objetos del museo fueron hechos para contar cosas y tienen una historia. Estas vacaciones de invierno te invitamos a descubrir estos mensajes a través de las actividades y la visita al Museo. Martes a viernes de 13 a 19 hs.
    Sábados, domingos y feriados de 15 a 19 hs. Bono contribución voluntario. Dirección: Moreno 350. Tel. 4331-7788 / 4345-8196. E-mail: etnoprensa@filo.uba.ar
  • Feria del libro infantil. Del 8 al 27 de julio. 11 y 12 de julio de 9 a 18hs. Desde el 15 de julio: de 11 a 20 hs. Lugar: Centro de Exposiciones de la Ciudad de Buenos Aires, Avdas. Figueroa Alcorta y Pueyrredón. (info)*

Cine

  • Norita, Nora Cortiñas, un documental con guión y dirección de Miguel Mirra sobre la vida de una de las fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo. Ver: info*
  • Calles de la memoria, un film escrito y dirigido por Carmen Guarini. Actúan Estefanía Sánchez Rojas, Isidro Sánchez, Juan Hendel, Keka Gutiérrez, María Alicia Schmidt, Sara Parraccini. Un documental sobre la construcción de la memoria, que muestra a un grupo de alumnos extranjeros trabajando en torno al tema de la memoria. A partir de baldosas en las veredas de la ciudad, cuyos nombres recuerdan a los desaparecidos, los jóvenes comienzan a adentrarse en historias y situaciones muy alejadas de sus propias experiencias. Ver: info*
  • La huella del doctor Ernesto Guevara,  un documental con guión y dirección de Jorge Denti basado en los viajes por América Latina que realizó Ernesto Guevara entre 1952-1953 con sus amigos de la infancia Alberto Granado y Carlos “Calica” Ferrer. El film rescata la faceta de médico del mítico guerrillero, así como sus aportes e investigaciones en alergología. Ver: info*
  • Simón, hijo del pueblo, un documental sobre el mítico anarquista Simón Radowitzky, dirigido por Julián Troksberg, Rolando Goldman, con guión de Julián Troksberg, Osvaldo Bayer, Rolando Goldman. Actúan: Julian Goldman y Osvaldo Bayer. La historia comienza el 1º de mayo 1909, cuando la policía reprime una multitudinaria marcha anarquista, dejando muertos y heridos. Unos meses más tarde, el carruaje de Ramón Falcón, el jefe de policía que comandó la represión, explota y vuela por el aire. Por el atentado es detenido un joven ucraniano: Simón Radowitzky. El film intenta develar quién fue Simón, cuál es su historia y cuál el legado familiar de ese inmigrante que se transformó en una figura clave del anarquismo argentino. Ver: info*

Teatro

  • Hundan el Belgrano, con dirección de Diego Faturos. Un drama del autor británico Steven Berkoff, que desde el prisma inglés muestra esta contienda que se cobró cientos de vidas y aún hoy genera tensiones entre ambos países. El hundimiento del Crucero General Belgrano se produjo el domingo 2 de mayo de 1982, durante la Guerra de Malvinas. La obra puesta en escena es una farsa de humor feroz y grotesca sobre uno de los episodios más trágicos de esta guerra. De cómo, cuándo y porqué se decidió el hundimiento del barco utilizando una escritura sin concesiones en la cual se ponen a la luz los intereses más fraudulentos y ambiciosos que llevaron al gobierno de Margaret Thatcher y a la dictadura militar argentina a embarcarse en un conflicto bélico irresponsable e innecesario. Actúan: Gonzalo Fernandez De Nevares, Karina Castro, Marina Bonin, Monica Checchi García, Romina Naranja, Magdalena Grondona. Lugar: Timbre 4. Av. Boedo 640. Horario: Jueves 23:00hs. Tel.: 4932-4395. (info)*
  • Camila, dirigida por Fabián Núñez.  En 1847, tiempos de Rosas, Buenos Aires sería testigo del trágico amor de una joven de la alta sociedad rioplatense, Camila O` Gorman, por un joven sacerdote tucumano, Uladislao Gutiérrez. Presos de ese amor prohibido deciden huir. Cambiando sus nombres e historias se establecen como maestros en Goya, Corrientes. El sangriento juego del poder de la época los usó para atacar a Rosas, y éste utilizó todos sus medios para encontrarlos y dar un ejemplar castigo. Actúan: Julia Zenko, Laura Silva, Nelson Rueda, Magalí Sánchez Alleno, Déborah Dixon, Miguel Habud, Natalie Pérez, Peter Lanzani, Santiago Ramundo, Sergio Di Corce. Lugar: Lola Membrives. Corrientes 1280, Capital Federal. Horario: martes, jueves y viernes a las 21:00. Sábados: 20 y 22:30 hs. Domingos: 20:30 hs. Tel. 4381-0076. (info)*

Internet

  • El Centro de Conservación y Documentación Audiovisual, del Departamento de Cine y TV de la Escuela de Artes de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba pone a disposición del público material audiovisual proveniente del Noticiero de Canal 10 UNC (1962-1980); Noticiero de Canal 12 Córdoba (1966-1995); fotografías de la Colección Novello (1920-1955). Para realizar una consulta, pueden acercarse de lunes a jueves de 9:30 a 14:00 hs., en el Centro (Juan Filloy s/n - Pabellón Argentino Cara Sur - 1º piso - Ciudad Universitaria). También puede consultarse por medio del correo electrónico archfilm@ffyh.unc.edu.ar o del teléfono 0351 4334259 (int. 31).Más información en info*
  • Elige tu propia Independencia 1806-1816, es un mini sitio de EducAr que evoca amenamente la independencia del país desde una perspectiva novedosa. Cuenta, además, con diversos recursos didácticos como actividades para realizar en clase, fuentes documentales y material audiovisual. Es un sitio interactivo pensado para trabajar en el aula a partir de un recorrido cronológico, conceptual y temático entre 1806 y 1816. La idea es que los estudiantes puedan incorporar al tradicional abordaje del siglo XIX rioplatense las diferentes miradas sobre el proceso revolucionario. Para eso, se pueden tomar los puntos de vista de dos personajes de la época: el hacendado y el esclavo, y ver así diferentes aristas del conflictivo período. El material está disponible en especiales9dejulio.educ.ar
* Se recomienda constatar vigencia de los eventos y cambios de horario.
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Lanzamiento de Libros

Masas, pueblo, multitud en cine y televisión,de Mariano Mestman y Mirta Varela (coordinadores), Eudeba, $165. Investigadores argentinos, españoles, italianos y norteamericanos recorren las transformaciones que tuvieron lugar en los modos de visibilización del pueblo en el cine y la televisión a lo largo del siglo XX y hasta la actualidad. (info)

La larga crisis argentina. Del siglo XX al siglo XXI, de Luis Alberto Romero, Editorial Siglo XXI, 144 págs. $75. El autor intenta hacer una síntesis de cien años de historia argentina para echar luz sobre un presente complejo. (info)

El revisionismo como historia oficial, de Amelia Galetti, Editorial Dictum ediciones. Un libro sobre los modos de leer el pasado. (info)

Usos del pasado. Qué hacemos hoy con los setenta, de Claudia Hilb, Editorial Siglo XXI, 168 págs. $72. El libro se propone reflexionar sobre qué se recuerda y en qué términos frente a la violencia del terrorismo de Estado, y en qué dirección se activan hoy en la Argentina las creencias y los ideales del pasado reciente. (info)

Los judíos y la dictadura. Los desaparecidos, el antisemitismo y la resistencia, de Hernán Dobry, Editorial Vergara, 440 págs. $159. Una investigación sobre el rol que cumplieron los diferentes sectores de la comunidad judía argentina frente al fenómeno de los desaparecidos, el antisemitismo y la represión durante la dictadura que asoló al país entre 1976 y 1983. (info)

Los secretos de los últimos días de Perón, de Nelson Castro, Editorial Vergara, 528 págs. $169. En el libro el médico y periodista Nelson Castro analiza los últimos días de Perón y su tercer gobierno tanto desde la perspectiva política como de las enfermedades que padeció el líder justicialista. (info)

Intelectuales, cultura y política en espacios regionales de Argentina (siglo XX), de Paula Laguarda y Flavi Fiorucci, Prohistoria Ediciones & EDULPam, 224 págs. $89. Se trata de un conjunto de trabajos que exploran tanto la conformación de la vida intelectual a nivel local, como las tensiones que atraviesan las diferentes instancias de producción y legitimación de identidades regionales. El libro ofrece un recorrido de análisis que muestra las singularidades y heterogeneidades de diferentes espacios, como Córdoba, Tucumán, Corrientes, Mendoza, La Pampa y otros territorios nacionales (info)

Hipólito Yrigoyen, de Eduardo Zanini, Editorial Vergara, 200 págs. $119. El libro aborda las diversas facetas del líder radical, presidente en dos oportunidades, como abogado, político, comisario y profesor. (info)

Caminos de fierro... Tren a Bolivia. El ramal San Salvador de Jujuy-La Quiaca en la primera mitad del siglo XX, de Ricardo Cicerchia, Prohistoria Ediciones, 208 págs. $72. Se trata de una compilación de artículos dedicados a estudiar el ferrocarril estatal Central Norte/General Belgrano en la provincia de Jujuy, y en particular el corredor San Salvador de Jujuy-La Quiaca, desde su fundación hasta mediados del siglo XX. (info)

Tierra adentro. Instituciones económicas y sociales en los Territorios Nacionales (1884-1951), de Andrea Lluch y Marisa Moroni (compiladoras), Prohistoria Ediciones, 228 págs. $85. Un análisis sobre la conformación y los cambios históricos de las instituciones económicas,  judiciales, sanitarias, educativas, deportivas y religiosas. (info)

Las fuerzas de guerra en la construcción del Estado. América Latina, Siglo XIX, de Juan Carlos Garavaglia, Juan Pro Ruiz y Eduardo Zimmermann (editores), Prohistoria Ediciones – SBLA. 460  págs. $129. El libro reúne diversos trabajos sobre la relación entre la guerra y el proceso de construcción estatal en las décadas que siguieron a la Independencia hispanoamericana. (info)

Estudios de Historia Religiosa argentina (siglos XIX-XX), de Ana María T. Rodríguez (editora), Prohistoria Ediciones. 244 págs. $88. A través de un recorrido por diversas temáticas –la movilización católica, la misiones salesianas, las misiones protestantes, las mujeres y el catolicismo, la construcción del cuerpo y el catolicismo, la etnicidad y la religión, las minorías religiosas y sus prácticas asociativas– los autores y las autoras de los trabajos reunidos en este libro se insertan en los debates historiográficos de la historia de la religión desde una perspectiva académica. (info)

Mestizaje y configuración social. Córdoba (Siglos XVI y XVII), Beatriz Bixio y Constanza González Navarro (Directoras), Editorial Brujas, 240 págs. Un libro sobre el ordenamiento social en el primer siglo de asentamiento hispánico en la jurisdicción de Córdoba (perteneciente a la gobernación del Tucumán y virreinato del Perú), que intenta reubicar a los sujetos en la historia, enfatizando las variadas modalidades de integración y diferenciación en la sociedad colonial. El acento está puesto en sujetos como los indios desafiliados de sus comunidades, mestizos o españoles no pertenecientes a la elite.

Entrevista con la historia, de Oriana Fallaci, Editorial El Ateneo, 704 págs. $185. Un libro con entrevistas a importantes personalidades del siglo XX. Henry Kissinger, Yasser Arafat, Golda Meier, Hussein de Jordania e Indira Gandhi son algunos de los veintiséis entrevistados que incluye este trabajo. (ADN Cultura, viernes 28 de junio de 2013)
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