Plenas garantías para la CGT, los trabajadores y todas sus conquistas – No será intervenida la Central Obrera ni modificada la situación de La Prensa


El 16 de septiembre de 1955 se produjo un golpe de Estado –autodenominado “Revolución Libertadora” – que derrocó al gobierno constitucional de Juan Domingo Perón. El alzamiento golpista, que depositó al General Eduardo  Lonardi el 23 de ese mismo mes en la Casa de Gobierno, tenía varios condimentos. Si Lonardi podía aspirar a sostener algunas de las características del proyecto peronista, sin el personalismo de Perón, quienes lo sucedieron llevaban en sus espaldas la fuerza del rechazo a las conquistas que había adquirido el movimiento obrero en los últimos trece años. Durante su gobierno se intervino la CGT, se persiguió a la clase dirigente peronista, se desmanteló el IAPI, y hasta se prohibió todo tipo de mención de términos, palabras o frases vinculadas al peronismo.A continuación transcribimos un artículo aparecido poco después del golpe sobre la relación del nuevo gobierno con el movimiento obrero.

Fuente: Diario Clarín, lunes 26 de septiembre de 1955.

El secretario general de la Confederación General del Trabajo, Sr. Héctor H. De Pietro, entrevistó ayer por la mañana al presidente del gobierno provisional de la Nación, General Eduardo Lonardi, con quien mantuvo una prolongada conversación durante la cual se habló sobre la situación del movimiento obrero por los acontecimientos revolucionarios que son del dominio público. Por la tarde, a las 18, el nombrado dirigente sindical dio cuenta de su entrevista con el general Lonardi en una breve disertación que fue irradiada por Radio del Estado y su cadena de emisoras. La palabra del señor De Pietro, anunciada desde las primeras horas de la tarde, suscitó vasta expectativa en todos los sectores de la República.

El Mensaje
Por Radio del Estado y la cadena de emisoras, el secretario general de la CGT, el señor Héctor Hugo De Pietro, dirigió el siguiente mensaje a los trabajadores del país:

“La Confederación General del Trabajo, con el propósito de aclarar la situación del movimiento obrero ante los actuales acontecimientos, se ha entrevistado en la mañana de hoy con el señor presidente provisional de la Nación, general Lonardi, quien ha reiterado que el general Perón goza de las más amplias garantías en lo que se refiere a su seguridad personal, de acuerdo con las normas del derecho de asilo. Afirmó el señor presidente provisional que su gobierno garantiza firmemente a los trabajadores y a sus organizaciones sindicales la vigencia plena de la justicia social, lograda hasta el presente, concretada en las leyes y convenios conquistados, así como también el más amplio respeto a la Confederación General del Trabajo y a los sindicatos que la integran y la seguridad para actuar en defensa de los derechos e interés de los trabajadores, y que las medidas tomadas por gobiernos locales con respecto a algunas organizaciones del interior del país, las mismas serán reconsideradas por el gobierno nacional dentro de la orientación señalada en esta entrevista. Aseguró asimismo, el general Lonardi, que no existe propósito alguno del gobierno de intervenir la Confederación General del Trabajo ni las organizaciones que la componen y que el poder ejecutivo no modificará la situación del diario La Prensa.

“También expresó el señor presidente que el movimiento militar no ha sido hecho para destruir ni limitar ninguna de las conquistas alcanzadas por el pueblo argentino y menos aún aquellas inspiradas en los altos ideales de justicia social, por los cuales siempre han bregado los trabajadores. En consecuencia, confiados los trabajadores en la palabra del señor presidente provisional, deben proseguir trabajando en sus respectivos empleos en paz y en tranquilidad, contribuyendo al mantenimiento de la producción; deben continuar ejerciendo sus derechos sindicales, en forma solidaria y disciplinada, acatando únicamente las directivas de la Confederación General del Trabajo, sin prestarse a maniobras que tratan de inducir a los trabajadores a perturbar la normalización del país, cooperando así a afianzar el orden y la tranquilidad social para coadyuvar a la realización de los propósitos del gobierno, de restablecer en el menor tiempo la normalidad constitucional de la República, dentro de las normas de la democracia, el derecho y la justicia”.

Fuente: www.elhistoriador.com.ar