Juan Domingo Perón sobre el levantamiento de Benjamín Menéndez


El 28 de septiembre de 1951, en medio de una inédita campaña electoral, que incluía la aclamación y posterior declinación de la candidatura de Eva Perón para la vicepresidencia de la nación, estalló una sublevación militar que perseguía el objetivo de derrocar al gobierno constitucionalmente electo de Juan Domingo Perón. Un núcleo de oficiales de caballería, liderado por el general Benjamín Menéndez, salió de Campo de Mayo con destino a la Casa de Gobierno. Ya en marzo del mismo año, se habían producido detenciones de militares retirados, que aspiraban a terminar con el poder del general Perón, de su esposa y de la fuerza social que éstos representaban. Pero no había condiciones todavía para un levantamiento semejante, además de que resultó técnicamente mal encarado. Así, los conspiradores tropezaron con la negativa de los suboficiales a participar del golpe. No hubo enfrentamientos ese día y por la tarde todo había terminado. Perón agradeció la lealtad de las tropas, sin sospechar, quizás, que más tarde no correría la misma suerte.

Fuente: Mensaje dirigido al pueblo por el general Perón desde la Casa Rosada el 28 de septiembre de 1951; en Pavón Pereyra Enrique, Perón, el hombre del destino, T. 2, Buenos Aires, Abril Educativa y Cultural, Buenos Aires, 1973, pág. 98.

«Mientras tengamos soldados de honor, mientras tengamos soldados que tienen conciencia de la defensa de la Nación y de su dignidad, el pueblo puede velar y trabajar tranquilo por su grandeza. (…) Esto marcará la unión definitiva del pueblo y de sus fuerzas armadas: la unión sagrada de ese pueblo que es uno solo en la defensa de los bienes y de la grandeza de la Nación.”

 

Juan Domingo Perón

Fuente: www.elhistoriador.com.ar