Oliverio Girondo, (17 de agosto de 1891 – 24 de enero de 1967) Prólogo a Veinte poemas para ser leídos en el tranvía, 1921.

 


«Yo no tengo, ni deseo tener, sangre de estatua. Yo no pretendo sufrir la humillación de los gorriones. Yo no aspiro a que me babeen la tumba de lugares comunes, ya que lo único realmente interesante es el mecanismo de sentir y pensar. ¡Prueba de existencia!”